Usted se preguntará ¿Cuánto sexo es demasiado? ¿Dónde está el límite entre lo normal para cada persona? como todos sabemos la sexualidad forma parte natural del ser humano, pero cuando se convierte en una prioridad que interfiere en la vida diaria, en el trabajo, afecta a las relaciones personales, causa ansiedad, estrés y arrepentimiento, entonces se convierte en sexo adicción.
Aunque no lo creas, la adicción al sexo es una de las dependencias menos confesadas y visibles de todas las que existen. Este tipo de trastornos llevan a las personas a la ruina económica y a los divorcios. Los personas que tienen este trastorno no calman sus ansias con la masturbación frecuente, ni con revistas, ni vídeos pornográficos, saltan de cama en cama con el fin de obtener unos pocos segundos de placer físico y alivio mental, que luego se convierten en horas y días de dolor, vergüenza y arrepentimiento.
COMPORTAMIENTO SEXUAL
Este problema la mayoría de las veces comienza en la adolescencia donde los jóvenes experimentan el sexo y tratan de vivir enganchados a él. También puede darse cuando los jóvenes tratan de evadir el dolor que causa una ruptura afectiva, caen en esta adicción sin darse cuenta y se autodestruyen cada vez que son incapaces de decir no.
El comportamiento sexual compulsivo se gesta, en la mente, donde las fantasías sexuales, los sueños y los pensamientos eróticos se convierten en la válvula de escape de los problemas laborales, las relaciones rotas, la baja autoestima o la insatisfacción personal. De ahí que muchos especialistas, consideren la adicción al sexo como un síntoma y no una enfermedad.
Cuando las ideas sobre el sexo roban la mayor parte del tiempo, muchos eligen pasar a la acción para espantar sus fantasmas.En este caso, la dependencia ya ha empezado. Todo el mundo tiene fantasías, pero la persona obsesionada decide muchas veces pasar a actuar creyendo que es una forma de liberarse de sus pensamientos.
VIDA DESTRUCTIVA
Los adictos al sexo se cuentan mentiras a sí mismos con el fin de auto convencerse de que todo está bajo control, se repiten "Ésta es la última vez", pero luego caen en una cadena viciosa. Los adictos al sexo se convierten en grandes actores, se hacen hábiles engañando porque su problema les avergüenza y porque se dan cuenta de que no pueden frenar sus impulsos. Algunos acuden a doctor cuando las facturas de teléfono de líneas eróticas o los contactos con prostitutas les han arruinado económicamente y sus parejas les han descubierto.
SOLUCIONES
Independientemente de cuál sea la causa, tratar la adicción al sexo es posible. No se trata de vivir sin sexo, ni tener una vida de celibato, sino de reconducir el comportamiento, de aprender a convivir con uno mismo y tomar elecciones. Tenemos que enseñar que el sexo es algo bueno, pero que puede convertirse en nocivo cuando se utiliza de forma inapropiada.