La muerte del guardia de seguridad Alfredo Delgado, de 54 años de edad, asesinado de nueve disparos la noche del jueves 19 de febrero pasado, mientras custodiaba la casa del empresario Raúl Barraza, hace pensar que fue "un mensaje" para el comerciante, aseguró Juan Antonio Delgado, hijo de la víctima.
Rechazó la versión de que lo mataron para robarle el revólver. "Ellos iban en busca de algo grande" en esa casa, o sea, del dueño, precisó el hijo mayor de Delgado.
Familiares de Delgado aún se preguntan por qué mataron a su papá con armas de grueso calibre, entre ellas AK-47, si éste no tenía problemas con nadie.
Al momento del atentado, el empresario- propietario de una fábrica de jabones- se encontraba fuera de su residencia en una reunión, según dijo el entrevistado.
Agregó que el jefe de su padre no ha hablado con él, pues después del incidente viajó al interior de la República y se esperaba que ayer miércoles de ceniza regresara a la ciudad capital.
EL SUCESO
El agente de seguridad fue sorprendido por cuatro hombres que llegaron en un Nissan Pathfinder negro, placa 234085, a la casa del empresario, ubicada en la barriada Avance. No. 2, en Calle 16, Betania. Le dispararon.
El hecho se registró a las 8:00 p.m. del jueves 19 de febrero y a las 9:55 p.m. murió en el Hospital San Miguel Arcángel, dijo su hijo Juan Antonio, quien llegó al centro médico cinco minutos después que su progenitor falleciera.
LAS HERIDAS
Las balas que mataron a Delgado procedían de armas automáticas de calibres diferentes y penetraron: (1) en la frente, (1) en el tabique, (3) en el estómago, (2) en las piernas y (2) más en los glúteos.
EL PERFIL
Alfredor Delgado tenía 14 años de laborar como agente de seguridad. Era padre de cinco hijos y estaba casado con Marta Guerrero.
