Miles de marroquíes tratan de reconstruir sus vidas después del potente terremoto del martes. Mientras, se reducen las esperanzas de hallar a más personas con vida entre los escombros de Alhucemas, centro del peor desastre natural de Marruecos en más de 40 años, con 564 muertos.
Dos réplicas de moderada intensidad se sintieron en Imzuren, la localidad marroquí mas afectada por el terremoto de Alhucemas, que sembraron el pánico entre la población y dificultaron las labores de desescombro.