Lindsay Lohan se confesó y aseguró que está llevando una lucha para poder superar su adicción a las drogas, admitió incluso que ha llegado a sentir el miedo a la muerte.
Dijo que esta situación empeoró cuando su padre, Michael Lohan, empezó a acudir a los medios de comunicación, en 2007, para hablar acerca de la vida privada de ella.