Flores variadas con toda la intensidad de sus colores en pleno verano y una refrescante brisa son sólo algunas de las maravillas que ofrece Boquete, en Chiriquí, a los visitantes.
Esto es posible por la iniciativa del Patronato de la Feria de las Flores de dejar abiertas las instalaciones para que más visitantes puedan disfrutar de las maravillas de la naturaleza que ellos cuidan con esmero.
Con sólo pagar 50 centésimos se tiene acceso a las instalaciones, donde todos pueden pasar un momento entretenido.
"Mamá, déjame mojarme los dedos un ratito". Esta era la solicitud de una niña que no podía resistir el deseo de entrar en contacto con las aguas del río Caldera, que atraviesa por las instalaciones de la feria. La pequeña cumplió su deseo no sin antes atender la advertencia de que bajara con mucho cuidado entre las piedras.
Pero no era solo ella, pues hasta los adultos bajaban a tocar el agua refrescante de un río que no pareciera ser aquel que con sus crecidas ha causado destrozos inimaginables, pero que ha dejado sus huellas.
Del otro lado del río, un pueblo lleno de gente, de comercios, de mucha actividad económica y alegre.
Así es Boquete para quienes lo visitan por primera vez y para los que lo frecuentan, rendidos ante su hechizo. Clara muestra de ello son las nuevas urbanizaciones y las recientes construcciones.
FRESAS Y MAS
Cerro Punta es otra de las áreas más visitadas en la provincia de Chiriquí.
Su clima y su pujante desarrollo agropecuario son irresistibles. El pueblo es un hervidero de gente a la que el tiempo le parece poco para disfrutar de las bondades que ofrece la naturaleza.
Para algunos es imperdonable irse sin saborear las deliciosas fresas con crema, los pinchos de carne con vegetales y papas, los duros de frutas naturales, el yogurt, las cocadas, los huevitos de leche y las mermeladas de diversos sabores.
Ni qué decir de los que se rinden ante la belleza de las flores y compran sus plantas con la esperanza de que florezcan igual aunque las lleven a un clima muy caliente.
Tampoco puede faltar en la bolsa de los visitantes las legumbres y verduras a precios módicos. La libra de papa, zanahoria, cebolla y remolacha se adquiere a 25 centésimos. La lechuga, a 30 centésimos.
Hay un simpático sitio donde los que quieren presumir de sus buenas condiciones físicas pagan 50 centésimos para escalar hasta un punto donde la vista es espectacular.
"El Mirador Las Fresas" se denomina este proyecto turístico que quizás resulta más rentable que cultivar vegetales.
Chicos y grandes serpentean la ladera que reta los latidos del corazón y la capacidad de los pulmones. Viejos neumáticos rellenos de tierra hacen las veces de escalones.
Pero aunque usted no esté en muy buena forma física, la aventura "vale la pena". Son momentos que hacen reflexionar sobre las bendiciones de fértiles campos y gente laboriosa.
Todo muy diferente al sofocante calor, el ruido, el smog y el estrés diario de la ciudad.
Boquete y Cerro Punta, un deleite para tus ojos, oxigenación para tus pulmones, un referente para tu memoria y un oasis para tu espíritu. ¡Vale la pena!