El tratamiento farmacológico no consigue controlar la epilepsia en casi cuatro de cada diez casos, una patología que, además, tiene especial incidencia entre la población infantil, ya que un 60 por ciento de los pacientes comienzan a padecer sus crisis antes de los 20 años.
EL NATURISMO QUE CURA A DISTANCIA
Al parecer el lenguaje de la medicina, no conoce distancias y menos idiomas; ya que una señora de 86 años con residencia en Rusia, se curó con medicinas naturales producidas en Panamá.
La señora Valeria Falina padecía de diabetes, lo que prácticamente la tenía desahuciada; pero en Panamá estaba su nieto Pablo Nekvasov, quien contactó al botánico Diomedes Ureña.
Este le dio algunos productos botánicos, los cuales fueron enviados a Rusia y en menos de 5 meses la señora evidencia mucha recuperación.
Vale destacar que este caso demuestra que la medicina alternativa, sigue siendo una posibilidad de vida para aquellas personas que sienten que la vida se les acaba al padecer alguna de estas enfermedades.
De acuerdo a Nekvasov, sus familiares acudieron a este tipo de medicamentos por la desesperación, toda vez que sentían que su abuela se le estaba acabando la vida. Pero con el correr de los meses se han dado cuenta que esto le ha salvado la vida.
Pese a la distancia entre ambos países, aún se le están suministrando los medicamentos a esta señora, la cual además de mejorar su estado, está ganando peso; el mismo que según su nieto, perdió a causa de la diabetes.
Ante esto, Ureña dijo que hay varios casos de personas que se han tratado con plantas medicinales a través de la distancia; lo que se abre la posibilidad de que estos productos se puedan vender en el exterior.
Hace unas semanas, estuvo en Panamá el norteamericano Donald Jacobi, quien busca abrir el mercado medicinal de los medicamentos con plantas naturales en los Estados Unidos.
