Miles de personas entre nacionales y extranjeros se dieron cita este sábado 19 de febrero, en Portobelo para disfrutar del IV Festival del Diablo y el Congo, el cual sirvió mostró el colorido, creatividad y folklore de l pueblo colonense.
Como siempre la atracción fueron los diablos jugando con los congos hasta que llegan los siete angeles y luchan, los amarran y los llevan ante el sacerdote, quien los bautiza el Miércoles de Ceniza y se quitan las máscaras hasta el próximo, según el ritual.
Luis Carlos Chifundo, protagonizó este año el diablo mayor. Tiene 28 años de edad, y 17 de jugar al diablo, actividad que describió como una tradición entre los colonenses. Representa la lucha entre blancos y negros.El diablo representa al patrón blanco o el mal y los congos a los negros esclavos que escaparon a las montañas y visten ropas donadas por sus amos o robadas.
Las vestimentas las usan al revés como irrespeto a las autoridades y a los valores del hombre blanco. Hablan un idioma inventado por ellos y hacen toda clases de trucos para escapar del castigo del látigo, así como la dominación del blanco, según conocimos.
En este festival participaron delegaciones de Puerto Escondido, Nuevo México, Nombre de Dios y Portobelo; entre otras.