Los maestros de Nicaragua acordaron reiniciar las clases, suspendidas desde el pasado 31 de enero, después de que el gobierno del presidente Enrique Bolaños accedió a subirles el salario.
Las negociaciones superaron el punto de tranca -el ejecutivo aseguraba que no tenía recursos- cuando los partidos políticos nicaragüenses acordaron reducir los salarios de los empleados públicos, como una de las propuestas presentadas para resolver el conflicto.
El acuerdo, firmado por el ministro de Hacienda, el titular de Educación y los representantes de los sindicatos, consiste en que a partir del próximo mes de diciembre se aumentará 43 dólares al sueldo de los maestros.
Es decir, el bono que recibían cada año, será incorporado al salario para así acceder a una serie de beneficios sociales.
También se estableció que el dinero saldrá de las propuestas que hicieron los diputados, una de las cuales consiste en traspasar los más de 2 millones de dólares que tienen asignado para obras sociales.
"Vamos a discutir con los diputados la forma en cómo consideran que podemos financiar este compromiso que hemos adquirido", dijo el ministro de Hacienda, Mario Arana.