Un capitán de la Policía Nacional que trabaja en la cárcel Nueva Esperanza introdujo un arma de fuego que fue usada en una balacera dentro del penal y que mantiene a dos reclusos hospitalizados.
Javier Justiniani, presidente de la Fundación de apoyo al detenido, denunció lo anterior cuando salió de una gira dentro de ese penal donde dijo que obtuvo la información del vinculado al capitán, quien cobró 2 mil dólares para que la misma llegara a una de las pandillas que operan en el área.
Según el denunciante, allí operan 13 pandillas que luchan por controlar el territorio.
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