Sólo un frasco de expectorante sin azúcar fue suficiente para llevar a la tumba a Elodia Pineda González, de 65 años. Sus familiares al conocer ayer el resultado de las pruebas científicas aplicadas a restos de la víctima, aseguraron que nunca se equivocaron cuando interpusieron la denuncia.
Las lágrimas corrieron por las mejillas de José Pinzón, esposo de Elodia, quien había estado a su lado por 46 años, tras manifestar que hasta hora se logra esclarecer la verdadera causa de muerte de su esposa.
El 15 de agosto del año pasado, falleció Elodia, en el Hospital Rafael Hernández, en David, luego de una semana de sufrimiento.
Las autoridades de la Caja de Seguro Social en Chiriquí, al ser interrogadas por José, para saber si su esposa había muerto como consecuencia de los medicamentos envenenados, le manifestaron que en Chiriquí no había muertos por esa causa. En Chiriquí hay cuatro denuncias más de presuntas muertes provocadas por el envenenamiento de medicamentos.