En estos días en que el calentamiento global y el cambio climático están entre los temas que generan más titulares en todo el mundo, ha iniciado una campaña internacional para renovar la conciencia ambiental entre personas de todas las edades. En Panamá, este mensaje se aplica tanto a nuestro entorno urbano como a nuestros bosques y demás recursos naturales.
Pero cuando salimos a las calles de nuestro país y vemos cómo algunos de nuestros ciudadanos se comportan, nos ponemos a pensar que la campaña a nivel local va a tener que ser mucho más intensa, porque estamos maltratando nuestro entorno indiscriminadamente.
Sólo falta ver todos esos autos, camiones y buses que dejan una cortina de humo negro. En Panamá hay cantidades de conductores y dueños de vehículos que no les dan el mantenimiento debido, y contaminan el aire con emisiones tóxicas.
También da tristeza ver cómo de vehículos en marcha salen disparados cartones de jugo, latas, colillas de cigarrillo y cartuchos plásticos que van a dar a las calles y aceras.
¿Qué les cuesta esperar a llegar a su destino y ahí depositar la basura en un tinaco?
Y cuando pasamos por áreas boscosas de la capital, como el parque metropolitano, podemos ver a orillas de la carretera toda clase de desechos. Aunque los trabajadores de aseo municipal barran con todo hoy, al día siguiente ya está lleno de basura nueva.
Necesitamos tomar conciencia de que así como tratamos a nuestro entorno, así mismo nos tratamos a nostros mismos y a nuestras familias.
Una ciudad sucia y contaminada no sólo nos afecta desde el punto de vista estético, sino también de la salud, y de la conservación de nuestros recursos