En un duro golpe para su rival Hillary Rodham Clinton, Barack Obama consiguió el viernes el apoyo de uno de dos aliados influyentes de la senadora, en la contienda por la candidatura presidencial del partido demócrata.
Asimismo, se esperaba que Obama consiguiese el viernes el deseado respaldo del poderoso Sindicato Internacional de Trabajadores de Servicios. Clinton consiguió una victoria menor, pero necesitada, cuando resultados finales anunciados el jueves mostrasen que había ganado las asambleas partidistas en Nuevo México el cinco de febrero.
En el lado republicano, el casi seguro nominado John McCain iba a recibir el lunes el apoyo del ex presidente George H.W. Bush, dijeron funcionarios del partido.
En momentos en que Clinton se esforzaba por frenar el ímpetu de Obama, resaltando sus políticas económicas al tiempo que describía a su rival como un político que carece de substancia, la senadora por Nueva York sufrió otro golpe el jueves, cuando uno de sus superdelegados _ líderes que tienen la libertad de decidir por quién votan _ se pasó al campo de Obama.