Dirigirse y realizar gestos a los bebés de alrededor de 14 meses podría ayudar al desarrollo de su vocabulario unos años después, según un estudio de la Universidad de Chicago. Los descubrimientos sugieren una explicación parcial por la que los niños de estratos socioeconómicos más bajos tienden a tener vocabularios más reducidos que los niños de niveles socioeconómicos más altos.
Estudios previos han indicado que este efecto está asociado a cómo los padres le hablan al niño.