El encuentro juvenil en Chitré se ha desarrollado durante 30 años. Con el transcurrir de los años ha ido creciendo, no sólo en la cantidad de jóvenes que acuden, sino también en tecnología y hasta en la moda.
Romelia Bravo, quien participó en los años ochenta y noventa, comenta que en sus tiempos de encuentro juvenil hacían pancartas con cartulinas, muy sencillas para la caminata del domingo; sin embargo, ahora los jóvenes llevan disfraces, batucadas, hacen coreografías, incluso llevan hasta unidades móviles.
Prueba de ello, fue la gran caminata que se realizó el pasado domingo en Monagrillo, donde participaron 11 mil jóvenes de todo el país, que unidos vociferaban lo grande que es nuestro señor Jesucristo.
Otro aspecto que ha cambiado mucho son las dinámicas, ya que ahora las coreografías son bien modernas, que hacen bailar hasta los sacerdotes. Bueno... el padre Pablo, organizador del evento, es bastante joven y muy dinámico, salta, grita y hace que todos adoren al Señor.
Cabe señalar que este año, la tecnología fue clave para que muchas personas conocieran el encuentro juvenil de Chitré, ya que los amigos de "En la Roca" se trasladaron hasta el encuentro para transmitirlo en vivo, vía Internet, logrando así que el mundo conociera lo maravilloso que es el encuentro juvenil de Chitré.
Es preciso señalar que a pesar de todo lo moderno, lo que no ha cambiado es la forma en que se siente la presencia de Dios, ya que al igual que en los años '80 y '90 todavía se puede observar como los jóvenes se desmayan y lloran, algunos por los problemas que han tenido que afrontar.
Monseñor Fernando Torres Durán, obispo de la diócesis de Herrera y Los Santos, manifestó que el éxito del encuentro es el resultado de 30 años de caminar con la juventud, que inició el padre Familiar Segundo Cano, quien se convirtió en un Don Bosco para la juventud.
Según cuenta monseñor, cuando el inició en la diócesis de Azuero, se preguntaba ¿Qué es lo que buscan los jóvenes? Y se encontró que los jóvenes que asisten al encuentro es para ser ellos mismos, para encontrar con quien hablar, sincerarse y abrir su alma y lo han hecho con Jesucristo, que es la única respuesta.