Los testículos pueden portar diversas enfermedades, algunas de ellas de evolución lenta y progresiva, pero también otras de desarrollo más rápido.
Algunas condiciones que afectan a los testículos son graves, pero la mayoría no lo son.
Conocer las sensaciones, aspecto y tamaño normales de los testículos es una buena costumbre, de forma que los cambios puedan advertirse con rapidez si fuera necesario.
SEÑALES DE ALERTA
- Un bulto en un testículo.
- Dolor o aumento de la sensibilidad en cualquiera de los testículos.
- Salida de pus a través del orificio de la uretra en el pene (llamado meato).
- Sangre en el esperma.
- Acumulación de líquido en el interior del escroto.
- Sensación de pesadez en la ingle o el escroto.
- Un aumento del tamaño de un testículo (uno de ellos es normalmente mayor que el otro, pero el tamaño y forma deberían mantenerse más o menos constantes).
COMO EXAMINARSE LOS TESTICULOS
Examínese los testículos regularmente de la siguiente forma:
- Realice la autoexploración mientras toma un baño caliente o una ducha prolongada, ya que esto suaviza la piel del escroto, lo que hace más sencillo palpar los testículos en el interior.
- Examine el escroto en busca de algún posible bulto en la piel o pliegues internos.
- Palpe todo el escroto y los testículos con la palma de la mano y sienta la diferencia entre los testículos. Uno es siempre mayor y permanece más bajo. Esto es completamente normal.
- Examine un testículo, y luego compárelos entre sí. Utilice ambas manos para girar con suavidad los testículos entre el pulgar y el índice.
- Compruebe la posible existencia de bultos o protuberancias, ya que ambos testículos deben ser suaves excepto en uno de los polos del testículo, lugar en donde se encuentra el conducto que conduce el esperma, el epidídimo y que luego se prolonga con el conducto deferente (el que se liga en la vasectomía). Éste se sitúa en la parte superior y posterior del testículo, y normalmente se nota como irregular.