Los dos últimos colombianos que iban a ser liberados ayer por las FARC no fueron finalmente entregados en la zona pactada por razones que aún se desconocen, por lo que la misión humanitaria regresó a la ciudad de Ibagué, en el sur de Colombia, informó el Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR).
"Desafortunadamente, la entrega" del mayor de la Policía Guillermo Solórzano y del cabo del Ejército Salín Sanmiguel "no fue posible durante esta operación, como estaba previsto", informó el CICR en un comunicado.
Al destacar que "es un momento muy difícil para los familiares que estaban esperando a sus seres queridos", el jefe de la delegación del CICR en Colombia, Christhope Beney, dijo que espera que "esta misión humanitaria se pueda cumplir pronto".
"No tenemos aún información de para cuándo serán liberados ni de las razones" por las que no fueron entregados, explicó por su parte la portavoz del CICR, María Cristina Rivera, a los periodistas en Ibagué, donde se espera el regreso de la misión humanitaria para tener claridad sobre lo ocurrido.
La misión regresa con el patrullero de la Policía Carlos Alberto Ocampo, secuestrado el pasado 27 de diciembre de 2010 y el único de los tres rehenes que fue liberado ayer, en una zona del departamento del Tolima, según el CICR.