La devoción y la fe quedó demostrada una vez más en el pueblo de Atalaya en Veraguas, donde miles de peregrinos de diferentes partes del país, caminaron y se concentraron en la Basílica Menor de este distrito, en manifestación de gratitud a Jesús Nazareno por los milagros concedidos.
La Cuaresma es un día de reflexión y meditación de los fieles católicos, y se aprovecha para estar junto a la imagen de Jesús Nazareno, para orar y dar gracias por las bendiciones recibidas, lo que convierte al distrito de Atalaya, en una verdadera demostración de respeto hacia la imagen sagrada.
En la homilía el Nuncio Apostólico Guiácomo Ottenelo y monseñor Oscar Mario Browm, presidente de la Conferencia Episcopal Panameña, recordaron a los miles de peregrinos, el mensaje de Papa Juan Pablo II, sobre la importancia de la eucaristía para los católicos, a la vez pidieron la reflexión de los gobernantes sobre los temas que tiene que enfrentar en los últimos días nuestro país.
Durante la procesión del Santo en la población de Atalaya, son muchas las personas que se acercan a la imagen de Jesús Nazareno y entregan sus ofrendas y hacen el sacrificio para tocarlo con mucha dificultad y cargan en hombros al Cristo para sentirse en gracia de Dios con lo que han pedido.
Este vez la Policía Nacional y PTJ, tuvieron que redoblar la vigilancia y seguridad de los peregrinos durante la procesión del Cristo Jesús Nazareno, para mantener el control por la cantidad de personas que cada este año concurrió a Atalaya, desde una semana antes a venerar al santo.
Las calles de este distrito se quedaron pequeñas para la cantidad de peregrinos que llegaron a testimoniar su fe este domingo de Cuaresma en la Basílica Menor de Atalaya en Veraguas, que concentró a miles de creyentes.