Los residuos de plaguicidas en frutas y vegetales como consecuencia del riego sin ningún tipo de control son una preocupación para las autoridades panameñas por el riesgo que podrían representar para la salud.
Investigaciones médicas revelan que el uso de plaguicidas de forma inadecuada puede causar efectos mutagénicos, depresión, náuseas, vómito, pérdida de la orientación, cáncer e, incluso, defunciones.
Aunque últimamente no se han registrado altos niveles de residuos de plaguicidas en la producción agrícola nacional, las autoridades están vigilando muy de cerca las cosechas de tomate, apio, repollo, lechuga y pimentón, entre otros.
Es así que instituciones como el Ministerio de Salud (MINSA), el Ministerio de Desarrollo Agropecuario (MIDA), el Instituto de Investigación Agropecuaria de Panamá (IDIAP), la Alcaldía de Panamá (AP) y la Cooperación Técnica de Taiwán proyectan volver a lanzar, en abril próximo, el proyecto "Detección de residuos de plaguicidas mediante bioensayos rápidos en frutas y vegetales frescos".
Con el uso de la tecnología de Taiwán en los laboratorios de bioensayos rápidos, se han obtenido resultados favorables al lograr reducir de un 3.7% a un 1% la presencia de plaguicidas en los productos agrícolas, según resultados obtenidos en el muestreo de 2010.
Del 2007 al 2010, de un total de 8 mil 492 muestras procesadas, solo 162 (1.91%) vegetales marcaron positivo a la prueba de inhibición de la enzima acetilcolinesterasa y de estas 122 mostraron resultados por encima del 45% de inhibición (violatorio de los límites máximos de plaguicidas).
El apio es la hortaliza con el mayor grado de presencia de residuos de plaguicidas, reveló la técnica de bioensayos rápidos realizada entre los años 2008-2010.
La disminución de plaguicidas en vegetales y frutas se ha logrado gracias al control del uso de plaguicidas de alta toxicidad de la denominada "banda roja" o "docena sucia", que ordenó eliminar el MINSA y Sanidad Vegetal, entre ellas: el fluoroacetamida, heptacloro, binapacril y endrin.
Abraham Ducreux, jefe del Departamento de Protección de Alimentos del MINSA, señaló que con el relanzamiento del proyecto bioensayos rápidos se busca capacitar al productor, garantizar productos inocuos, dar seguimiento al plan nacional de monitoreo y a los proveedores de estos alimentos en los hospitales.
"Esta tecnología detecta en minutos residuos de plaguicidas, lo que permite tomar acciones correctivas antes de que la cosecha llegue al consumidor", aseguró Ducreux.
El director del Centro de Salud de Cerro Punta, César Vega, destacó que en esta comunidad se ha logrado disminuir los niveles de intoxicaciones agudas por plaguicida de un 70% a un 10%. "Esto se ha logrado porque se prohibió el uso de plaguicidas de organofosforados, como el metalino.
En las tierras altas chiricanas, como Cerro Punta y Volcán, los agricultores han optado por el uso de plaguicidas de banda verde y se está practicando con gran auge la agricultura orgánica.
Jaime Williams Espinosa, productor de la zona de Potrerillo Arriba, distrito de Dolega, con seis años de experiencia en la producción hortícola (tomate y pimentones de colores) en invernaderos, dijo que, aunque no será fácil cambiar la técnica de un productor con más de 30 años en este bregar, "ellos tendrán que ajustarse a los cambios o cambiar de actividad".
La tecnología que se emplea en las estaciones de bioensayos rápidos, a través de reacciones enzimáticas, permite detectar los límites máximos de insecticidas (35% aceptable, de 35% a 45% límite sospechoso y 45% sospechoso) y analizar cerca de mil 500 muestras por año en cada estación o laboratorio, arrojando resultados en dos horas. Con la tecnología convencional, se obtendrían en ocho días.
Estas estaciones están ubicadas en Volcán, Chiriquí; Las Tablas, en Los Santos; y, en Panamá, en el Mercado Agrícola Central, y en Tocumen, esta última recién inaugurada. La estación de Chiriquí es la que refleja la mayor incidencia de plaguicida con 1.6%.
El oficial agroquímico de sanidad vegetal del MIDA en Chiriquí, Iván Alvarado, aseguró que en las áreas de producción se están haciendo muestreos a los productos para la agroexplotación y compra directa para los supermercados.
"El producto que sale del campo tiene que pasar obligatoriamente por un muestreo en las estaciones de bioensayos y, si el producto registra altos residuos de plaguicidas, no entra al mercado", aseguró.
El Ministerio de Desarrollo Agropecuario (MIDA) ha registrado mil 500 productos plaguicidas, de los cuales 800 están en vigencia y de estos se ha eliminado la denominada "docena sucia" o "banda roja".
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