Hasta hoy, los ciudadanos de este país no había tenido la oportunidad de comparar las candidaturas de Balbina Herrera y Ricardo Martinelli fuera de los comerciales con mensajes negativos, y sus propias declaraciones.
Pero ahora, con la presentación del plan de gobierno de Ricardo Martinelli (Herrera había presentado el suyo dos semanas atrás) podemos comparar a ambos en base a propuestas y proyectos concretos.
Como suele ser común en los planes de gobierno presentados durante campañas, las propuestas se limitan a enunciados y promesas planteadas de forma muy general, sin entrar en detalles de cómo las van a hacer cumplir, por más exageradas o utópicas que parezcan.
Tal es el caso de promesas como asignarle una computadora portátil a cada estudiante de primer y segundo ciclo de secundaria en la educación oficial y construir 10 nuevos centros penitenciarios.
Sin embargo, es buena la oportunidad que se abre a los votantes para juzgar a los candidatos tomando en cuenta algo más que un correo electrónico anónimo insistiendo sobre la salud mental de uno o el pasado tenebroso de otra.
Tanto la Alianza por el Cambio como la alianza gubernamental nos han hablado mucho, pero por fin los votantes tenemos lo que queríamos para poder comenzar a decidirnos.
Los votantes, sobre todo los jóvenes, no deben dejar pasar la oportunidad de leer y analizar comparativamente ambos planes de gobierno, y hacerse las preguntas críticas del caso. La campaña política pasa ahora a una etapa con más sustancia y -esperemos- más constructiva.