Panam� Am�rica
D�a a D�a

 

S E C C I O N E S

EPASA EN LINEA

PANAMA AMERICA

DIAaDIA EN LINEA

REVISTA SIETE!


inicio

portada

al cierre

nacional

política

opinión

el pueblo habla

comunidad

provincias

sport

el mundo

viva

eva

sucesos

 

CRITICA
 
FAMILIA
  OPINI�N


41 años con un muerto

Hermano Pablo | Reverendo

Fue muy severo el diagnóstico del médico: �Usted, señora, ha perdido su bebé, y lo más probable es que nunca más tendrá hijos.� La joven mujer, de apenas 21 años, se resignó a su suerte. Había perdido a su primer bebé, como también las esperanzas de ser madre.

Durante 41 años, Irene McCarthy pensó en el hijo que había perdido. Lo llevó en sus sueños, lo llevó en sus lágrimas, lo llevó en su corazón. Pero sin darse cuenta, lo llevó también en el vientre.

Cuando cumplía 62 años, a esta mujer canadiense, normalmente muy saludable, la operaron del vientre por otro motivo. Fue entonces cuando le hallaron el feto petrificado. Había llevado a su hijo muerto durante más de cuatro décadas.

Aunque no es común en los anales médicos, ha habido casos de mujeres a quienes se les ha muerto el feto en el vientre y han pasado meses, o hasta años, antes de descubrirse el problema. El caso de Irene McCarthy es único por la enorme cantidad de años que llevó a su hijo muerto en sus entrañas.

Lo que sí es común son las personas, hombres y mujeres, que si bien no llevan un hijo muerto en las entrañas, llevan virtudes, valores morales, honor e integridad muertos.

Bien lo cantó el poeta español: �No son muertos los que yacen en la tumba fría; muertos son los que llevan muerta el alma, y viven todavía.�

Vivir sin conciencia es vivir muertos. Vivir sin temor de Dios es vivir muertos. Vivir sin respeto y reverencia a las normas divinas es vivir muertos. Vivir sin Cristo, fuente de verdadera vida, es vivir muertos. Vivir sin Dios -dice el apóstol Pablo- es vivir �muertos en sus transgresiones y pecados� (Efesios 2:1).

Jesucristo vino al mundo para ofrecer vida auténtica, vida verdadera, porque vivir sin �l es llevar dentro un cadáver. Uno de los milagros más sobresalientes en el ministerio de Jesús fue la resurrección de Lázaro en Betania. Es sobresaliente porque Jesús tomo un cuerpo de cuatro días de muerto y le dio vida. Vida auténtica. Vida verdadera.

Cristo tiene poder para dar vida. �l puede hacer vivir a los muertos, pues renueva a la conciencia muerta y al espíritu muerto. �Yo soy la resurrección y la vida� (Juan 11: 25) son sus palabras magistrales. �l es resurrección. �l es renovación. �l es restauración. �l es vida. Permitámosle renovar nuestra vida.




OTROS TITULARES

Absuelven a Bill Clinton

Sin embargo, conduzco con desorden hacia los carnavales

La plaza de la nacionalidad

Amistad

El Carnaval

41 años con un muerto

Carnavales

 


 

  





linea
linea gris
 

   copyright © 1995-2009, CRITICA EN LINEA
todos los derechos reservados