Carnaval significa en el idioma español festival de la carne. En pleno siglo XXI, son pocas las naciones que celebran esta fiesta profana y pagana, ya sea que ciertos pueblos por tradición o por ser amantes del jolgorio y el desenfreno, piensan y actúan negativamente, aun siendo minoría de la población, al margen de la ley, la moral y la decencia pública.
Los que así se portan rememoran las orgías, que son festines en que se come y bebe sin tasa, además de disfrutar en exceso de los placeres sexuales y en que reina el desenfreno, aunado a los bacanales, orgías tumultuosas que celebraban los griegos y romanos en la antig�edad.
Entre los carnavales famosos podemos mencionar los de la ciudad de Río de Janeiro, Brasil; el de Nueva Orleans, Estados Unidos de América; el de Venecia, Italia. Este carnaval veneciano es el más antiguo del mundo, surgido en el Siglo XI y consolidado en el XIII. Los que se celebran en Francia, Alemania, Trinidad & Tobago en Las Antillas y el de Las Tablas, República de Panamá.
Las festividades del dios Momo en Las Tablas es tradicionalmente un carnaval folclórico, original, artístico, creativo, de perfil propio y de gran y rico lujo y esplendor.
Este jubiloso evento que apoya y participa delirantemente la entusiasta población tableña, que integra las ya famosas "Tunas" de Calle Arriba y Calle Abajo, con sus bellas y gentiles soberanas, ataviadas con hermosas y vistosas "polleras" y elegantes vestuarios de deslumbrante fantasía, las alegres "Murgas" y tonadas netamente panameñas, los bailes típicos, los hermosos y majestuosos carros alegóricos, la hospitalidad y finas atenciones que dispensan la gran comunidad santeña y los miles de turistas y visitantes, le han otorgado elevado prestigio nacional e internacional al Carnaval de Las Tablas, que es el genuino Carnaval de la panameñidad.
Destacamos la ardua, tesonera y entusiasta labor de los ciudadanos, quienes organizan anualmente con esmero y dinamismo los carnavales en la ciudad de Panamá, que celebra en el presente año cien años de existencia.
Disfrutemos los enunciados días festivos y de descanso con moderación, en unión de nuestra familia: evitando el desenfreno, los vicios, la vulgaridad, la violación de las leyes de Dios y de los hombres, la inmoralidad y la violencia criminal esquizofrénica.
Ojalá que gobernantes y gobernados eviten que nuestros carnavales pierdan prestigio al ser controlados y manipulados por la chusma degenerada de delincuentes y la escoria psicópata local y foránea, y estas festividades continúen siendo una atracción turística, de positivo entretenimiento y manifestación de nuestra cultura y folclore.