La Iglesia católica pidió cordura y tolerancia a la población en su comportamiento durante las fiestas de Carnaval.
El arzobispo José Dimas Cedeño advirtió que el desenfreno es un pecado que redunda en el mal del prójimo.
El máximo prelado recomendó a los jóvenes y a la comunidad en general a no perder la cabeza durante la dimensión de la fiesta.
En cuanto a la época de Cuaresma, invitó a los panameños a cambiar las conductas negativas como parte del proceso de reconversión espiritual.