Boca Juniors salvó ayer un punto en su debut en el torneo Clausura 2008 argentino al igualar a uno fuera de casa con Rosario Central, equipo que dispuso de varias ocasiones en la segunda parte para ganar el partido.
Sólo una genialidad de Juan Román Riquelme, que asistió a Rodrigo Palacio en el tanto marcado por éste a los 72 minutos, expuso el equipo boquense en una floja demostración futbolística.
Un fuerte zurdazo de media distancia de Kily González igualó el marcador a los 85 minutos como corolario de un insistente ataque de la formación local, que lucha por mantenerse en la Primera División tras sus pobres campañas en las últimas competiciones.