"¡Viva Jesús Nazareno, viva Atalaya, viva la Iglesia Católica!", fue la voz al unísono de los miles de peregrinos que asistieron con fe y devoción a rendirle su gratitud a Jesús Nazareno, este domingo de Cuaresma, durante la peregrinación hacia el pueblo veragüense de Atalaya.
Ayer, personas de todas partes del país y del extranjero se concentraron tras largas horas de caminatas para venerar el Cristo de Atalaya en su romería, que partió a las 12: 00 medio día al salir de la Basílica Menor, para hacer un recorrido por las principales calles de ese distrito.
El fuerte sol y el sofocante calor no fueron impedimento para que las miles de personas se congregaran en las afueras de la iglesia para escuchar atentos la prédica del Monseñor Oscar Mario Brown, jefe de la Diócesis de Veraguas, quien aprovechó para hacer el llamado a la conversión de las personas hacia cambios positivos en beneficio de la comunidad.
Brown, estuvo acompañado del presidente de la Conferencia Episcopal panameña, monseñor José Luis Lacunza; José Dimas Cedeño, Arzobispo de Panamá y otras figuras destacadas de la iglesia católica. Hizo el llamado a las autoridades del país y a la clase política para que no desatiendan los problemas que atraviesan miles de panameños sumidos en la pobreza.
El mensaje del representante de la iglesia Católica en Veraguas, apuntó hacia quienes tienen el deber de buscar soluciones que terminen con el flagelo de la inseguridad social que existe en la comunidad panameña.
Insistió en los pasos de cambios de actitud y de reconversión. Dijo que gobernantes, políticos y toda la sociedad deben estar enfocados hacia ideas positivas para enfrentar las difíciles situaciones que se tienen en todo el país.
Una vez terminada la eucaristía fueron los aplausos de miles de personas que esperaban el momento cumbre de la romería, cargar la imagen de Jesús Nazareno por el pueblo de Atalaya, demostrando su agradecimiento al Cristo que dio los milagros a quienes con fe y devoción se lo pidieron.
Cabe señalar que aún cuando la romería había terminado, cientos de peregrinos caminaban por las diferentes rutas hacia Atalaya, para pagar sus mandas bajo el inclemente sol.
Este año, de acuerdo con informaciones obtenidas de miembros de la Cruz Roja de Veraguas, unas 500 personas sufrieron algunos percances de salud en los momentos en que se dirigían a Atalaya, en su mayoría deshidratados por las largas caminatas bajo el fuerte sol, presión arterial, fiebres y desmayos, pero todos están fuera de peligro.