Residentes de Sderot se concentraron ayer en las calles de Jerusalén con trozos de misiles kassam. Centenares de habitantes de Sderot bloquearon la entrada de Jerusalén como respuesta al último ataque palestino en el que dos niños de 8 y 19 años resultaron gravemente heridos. Los manifestantes pidieron la dimisión del primer ministro, Ehud Olmert, por no garantizar la seguridad de sus ciudadanos ante la amenaza palestina en el norte de Franja de Gaza.
En esa localidad israelí resultaron heridos de gravedad anoche dos hermanos: Osher Twito, de 8 años y Rami, de 19, que se encontraban junto a su casa cuando un cohete les impactó encima.
La prensa popular destaca hoy que se dirigían a comprar un regalo de cumpleaños para su padre cuando fueron blanco del proyectil, antes de ser trasladados al hospital Barzilai, de la cercana ciudad de Ashkelón, donde al menor se le tuvo que amputar una pierna.