La posibilidad de que el candidato demócrata a la Casa Blanca no se decida hasta la convención del partido en agosto, ha obligado a los senadores Hillary Clinton y Barack Obama a centrar su atención en los "superdelegados", un selecto grupo que podría tener la última palabra.
Los "superdelegados" son funcionarios elegidos o designados por el partido que tienen asiento y voto no comprometido en la convención donde se proclama al candidato demócrata y tienen, por tanto, la libertad de votar por quién mejor les parezca.
Esta figura fue creada en 1982 con el fin de dar más peso a los "entendidos" del aparato del partido a la hora de decidir el candidato demócrata que se enfrentará al rival republicano en las elecciones.
Forman parte de este selecto grupo los gobernadores, congresistas, ex presidentes y otros funcionarios y personalidades del partido.
En total hay 796 "superdelegados" en liza, y si ni Obama ni Clinton consiguiesen hacerse en las primarias y "caucus" con los 2, 025 delegados necesarios para lograr la nominación demócrata, esta figura sería decisiva en la Convención de Denver en agosto.
En este contexto, los "superdelegados" ya son objeto de intensas campañas por parte de los dos senadores, según los diarios New York Times y Washington Post.
"Todos hemos sido bombardeados con correos electrónicos", dijo Donna Brazile, miembro del Comité Nacional Demócrata.
SUPERDELEGADOS
Serán los que decidan quien será elcandidato por los demócratas a la presidencia de los Estados Unidos, en caso de que Clinton y Obama no logren captar los 2, 025 delegados.