El entrenador del Deportivo de La Coruña, Joaquín Caparrós, reconoció ayer que la derrota de su equipo (2-1) frente al Espanyol en el partido de ida de semifinales de la Copa del Rey de España le dejó mal sabor de boca porque, en su opinión, su equipo perdió "una oportunidad magnífica".
El entrenador visitante lamentó que su equipo encajara el segundo gol a falta de un minuto para el final del partido. "No puede ser que nos pillen en una contra después de lanzar un córner y menos en las semifinales de la Copa del Rey", declaró Caparrós, quien señaló que su equipo defendió bien hasta ese momento.