Cada paso que daba hacia el home play le producía un sentimiento difícil de describir. El sonido producido por la algarabía de la afición le ocasionó un escalofrío que jamás había experimentado en su cuerpo. Sencillamente se sentía en el paraíso.
Pausado y con más tranquilidad, el pelotero Jonathan Aparicio describió todo lo que sintió el pasado miércoles por la noche mientras corría hacia el plato para anotar la carrera que marcó su vida y que le dio el triunfo a Veraguas 6 por 5 sobre Chiriquí en el séptimo partido de la Final del XXXVII Campeonato de Béisbol Juvenil, Copa "José Antonio Checa B".
"Fue un momento emocionante.. en el recorrido que hice de tercera a home le iba dando las gracias a Dios por habernos dado la oportunidad de darle el primer título juvenil a Veraguas", señaló Jonathan, quien es apodado "Yonyo" por sus amistades y familiares.
La carrera que anotó Jonathan se concretó luego de que el serpentinero Eloy Martínez hizo un lanzamiento descontrolado que no pudo retener el receptor Sócrates Marenco. A pesar de que no era necesario, "Yonyo" se tiró de cabeza para anotar. "La alegría y la emoción hacen que uno haga cosas que la gente no se espera, como tirarme", manifestó el jugador sobre esa situación.
A pesar de que su equipo salió perdiendo el partido (1-5), Jonathan dijo que ellos nunca agacharon la cabeza. "Salimos como se dice a dejar el cuero en el terreno y gracias a Dios las cosas salieron bien", expresó.
Vale la pena mencionar, que en el equipo juvenil de Veraguas también jugó Julio Aparicio, hermano de Jonathan.