Una nueva historia se escribió a la orilla del caudaloso río Tuira, en Darién.
En esta ocasión, la trama se centró en un amor incomprendido dentro de un trío protagonizado por dos mujeres y un hombre.
El cielo despedía las cerradas nubes de la madrugada para recibir el amanecer del martes 18 de enero.
Desde el día anterior, la comunidad Emberá-Wounnan se había reunido para celebrar un aniversario más de la fundación de la Comarca, y el pueblo se había avocado a la celebración donde asistió el artista panameño Chente Sanjur, quien tenía más de diez años de no asistir a la región en plan festivo.
Mientras unos se alegran al son de la bebida y el ritmo, en las orillas del río Tuira, a los rayos del alba, dos mujeres indígenas discutían acaloradas por el amor de un hombre.
Aparentemente la ex mujer del indígena le reclamaba al hombre su abandono, pero cuando éste la intentaba consolar abrazándola, ella lo rechazaba y arremetía verbalmente contra la otra mujer, quien está en evidente embarazo.
Ambas mujeres se agarraron de los moños y forcejearon amenazando sus cuerpos con caer por el barranco que terminaba en el río.
Entre empujones, malas palabras en dialecto y español, la risa nerviosa del hombre en disputa y la mirada de otros miembros de la comunidad, las mujeres dieron fin a la pelea abandonando al hombre objeto de su furia.
Estos casos son comunes en la región, donde las mujeres defienden al proveedor del hogar como fieras. En esta historia, el hombre de la discordia se reconcilió con la que será la madre de otro de sus hijos.