La lección del Holocausto, la de Auschwitz, es que "aquellos que estaban en el poder y se declaraban amigos no movieron ni un dedo" y por ello "el Estado de Israel hace lo indecible para defenderse a sí mismo y a sus ciudadanos y proveer seguridad a cualquier judío se encuentro donde se encuentre".
Así se expresó el premier israelí, Ariel Sharón, en su discurso ante el Parlamento reunido en sesión especial con motivo del 60 aniversario de la liberación del campo de exterminio Auschwitz-Birkenau por los aliados.
"Los aliados sabían de la aniquilación de los judíos. Lo sabían y no hicieron nada... Todas las sugerencias de operaciones de rescate presentadas por organizaciones judías fueron rechazadas. Simplemente no quisieron enfrentarse a ello", dijo.
Y "cuando en el verano de 1944 se llevan a cabo las deportaciones masivas de Hungría, los aliados no bombardearon los rieles de los trenes, no bombardearon los complejos de Birkenau y ello a pesar de que podían hacerlo", dijo Sharon.
"Los aliados -continuó- planearon ataques contra objetivos cerca de Auschwitz, pero se negaron a bombardear el propio campo, donde 10.000 judíos era asesinados a diario".
El primer ministro israelí explicó que por ello el Estado de Israel desde su fundación, en 1948, "hace lo indecible para defenderse a sí mismo y a sus ciudadanos".