Las inundaciones en la región del Caribe costarricense a principios de enero dejaron pérdidas por 74 millones de dólares, según la última evaluación dada a conocer por la Comisión Nacional de Emergencia (CNE).
Las pérdidas corresponden a daños en un centenar de puentes, más de 5.500 viviendas y en carreteras y edificios públicos.
Además, toma en cuenta la destrucción de 6.600 hectáreas de cultivos, principalmente banano, que según la Corporación Bananera Nacional (Corbana) signicará la reducción de 32 millones de dólares en exportaciones.
La vicepresidenta costarricense, Lineth Saborío, anunció el miércoles un conjunto de acciones para mitigar el impacto económico y social del fenómeno, que afectó al Caribe costarricense durante 15 días.
El gobierno dará un estipendio equivalente a 100 dólares mensuales durante dos meses a 1.200 trabajadores que quedaron sin empleo a causa de la devastación de las fincas bananeras, precisó.