¿Puede alguien ganar después de perder un juego? ¿Puede Simón levantarse después de dominar cinco entradas y ser apaleado en el resto del partido?
_ Unos dicen que el juego es injusto... es como una tortura, cuando acaba, se acaba, y no hay vuelta atrás. Platónicas las palabras de Yogui Berra cuando dijo que el juego se acaba, cuando se acaba y así es.
Pero... tú puedes ganar, a pesar de haber perdido. Nunca pierdes para siempre, puedes ganar de las cosas buenas, recuperarte, mirar adelante y revivir emociones.
Lo mejor del juego es cuando hay tiempo para la reflexión... para analizar las jugadas y para decir que siempre habrá un mañana, que puede ser mejor. (Así debe ser).
Si no hay esperanza, no hay fe y no hay voluntad... jamás existirá vida. Sin la esperanza, tenemos la madera podrida y los batazos serán como golpes de periódicos mojados.
No hay partido perdido... hay mente destruida. Los juegos, a pesar del resultado, son alentadores y si hay una ventanilla de luz, siempre habrá una ilusión de vida. ¡Un turno más! Los equipos son fusiones de días, meses o años, pero el tiempo no tiene parámetros.
Puedes jugar una entrada o dos y serán las mejores de tu vida deportiva.
Podrás jugar años con un equipo, pero nunca será igual. Podrás lanzar entradas completas, apuntarte un partido, pero no será el juego de tu vida.
Hay quienes dicen que la vida, el béisbol y el amor son parientes... yo diría que son la misma entidad, el mismo género o la misma jeringuilla, pero con diferente pitongo. (Ja, ja, ja, ja).
El béisbol, la esperanza y el amor... esos mismos que tanto nos hacen falta, pero que no podemos andar sin ellos.
Hay quienes sufren por no ver un partido de béisbol y hay quienes lloran por ver un juegazo en el frío de una noche despejada, con estrellas y Luna de ribetes ampliados.
Los que hablan por criticar, sin importarle la humanidad, sin saber lo que dicen, por el simple hecho de atacar, menospreciar y lucir como gigantes radiales... allí estarán, por siempre, en aquel cajón de la vanidad y del presumir lírico sin validez. El béisbol es de todos... hay que vivirlo... disfrutarlo, amarlo y jamás dejarlo en el círculo de espera.
¡Te quiero Mamá! ¡Viva el Béisbol!