Reynaldo Góngora Frías, residente en Amaya, La Chorrera, niega ser un vecino peligroso como ha sido señalado.
El sólo quiere que los jóvenes de la comunidad respeten su propiedad.
Según Góngora Frías, los hijos de la familia de Germán Rodríguez han perdido el respeto hacia ellos y pintan las paredes con obscenidades y ensucian la casa con los pelotazos cuando juegan.
"Le llamé la atención al papá en varias ocasiones, porque además me han tratado de romper las puertas y miran a mis hijas por las ventanas...", dijo.
Hace dos semanas le dijo al hijo de su vecino que limpiara las columnas que estaban sucias de los pelotazos y éste se negó, por lo que lo tiró dos veces contra el piso, según contó.
Góngora Frías niega haber intentado machetear al joven.
Asegura no entender las acusaciones de la familia Rodríguez, a la que siempre ha ayudado, haciéndole favores, incluso en la actualidad le suministra luz, "y así es que me pagan".