Entre 200 y 300 personas murieron aplastadas ayer, luego que miles de hindúes que presenciaban una procesión religiosa corrieron presas del pánico por unos incendios.
La tragedia se produjo en unas escaleras que dan al templo en el occidente de la India, en la localidad de Wai, a 250 kilómetros al sur de Bombay.
Algunos de los devotos incendiaron las tiendas a los lados de las escaleras cuando escucharon rumores de que algunos peregrinos se habían resbalado dentro del templo y habían muerto aplastados por los que venían detrás, quienes eran empujados por la masa de gente.
Cuando sus parientes, que estaban subiendo las escaleras, escucharon las noticias, se enfurecieron e incendiaron tiendas.