El canciller alemán, Gerhard Schroeder, dijo que se sentía avergonzado por las atrocidades cometidas en los campos de concentración nazi durante la Segunda Guerra Mundial.
Durante el acto en Berlín que conmemoró los 60 años de la liberación de los refugiados del campo de Auschwitz, Schroeder hizo un llamado al pueblo alemán para que honre a los sobrevivientes del Holocausto vigilando a la ultra derecha y el antisemitismo.
El Holocausto fue "el más profundo desgarro" de la civilización y Alemania "tiene la obligación moral de no olvidar el dolor y la crueldad infligidos a millones de personas", dijo Schroeder.
RESPONSABILIDAD COMPARTIDA
El canciller alemán recordó que el "demonio de Hitler" no debía ser el único responsable por el Holocausto, ya que mucha gente lo apoyó.
"La terrible ideología nazi no estaba condicionada. La brutalización del pensamiento y la pérdida de la moral tenían su historia. El nazismo fue creado por el pueblo, porque el pueblo así lo quería".
"Hoy en día, la mayoría de los alemanes no se siente culpable por el Holocausto. Pero sienten una responsabilidad por lo sucedido", agregó.
Schroeder hizo alusión a la Convención sobre el Genocidio de la ONU de 1948. La clase política alemana tiene ante sí un duro calendario de conmemoraciones hasta llegar a la Capitulación del Tercer Reich y el fin de la II Segunda Mundial, el 8 de mayo.
Entre el calendario de aniversarios está la fecha del 13 de febrero, en Dresde. Esa noche, la aviación aliada castigó la población civil de la capital sajona, en una operación reconocida por los historiadores como cruel e inútil, puesto que no había objetivos militares notables.
Más de 35.000 personas perdieron la vida en la operación de castigo en Dresde.