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Brad Johnson de los Tampa Bay.  |
El mejor ataque de la NFL (Oakland) contra la defensa más efectiva (Tampa Bay). Es la primera vez que ello se da en Super Bowl. Los Raiders apuestan al pase, 38,7 por partido. El quarterback Rich Gannon (12) ganó el galardón al más valioso de la liga, al lanzar para 4.689 yardas y 26 touchdowns. Sus blancos favoritos fueron los veteranos Jerry Rice (80) y Tim Brown (81), al igual que Jerry Porter (84). Charlie Garner (25) produjo la mayor cantidad de yardas por tierra y fue segundo en pases atrapados con 91, uno menos que Rice.
Los Raiders apuestan al pase porque cuentan con una línea ofensiva, encabezada por el tackle derecho Lincoln Kennedy (79) y el centro Barret Robbins (63), que es quizás la mejor de la liga. Cada uno de los titulares pesa por arriba de las 300 libras. Pero Gannon es un quarterback que es rápido para soltar el balón y también sabe desplazarse con agilidad.
Los Raiders se encontrarán con la defensa más despierta de la NFL, que ya frenó en seco a Michael Vick y Donovan McNabb. El linebacker Derrick Brooks (55) fue seleccionado el mejor defensa de la temporada y anotó cuatro touchdowns. El resto de la línea infunde respeto, con Sheldon Quarles (53) como middle linebacker. El end Simeon Rice (97) logró la mayor cantidad de derribos de la NFC con 151/2 y el tackle Warren Sapp (99) es uno de los más temidos. Hay quienes mencionan a la línea secundaria como el verdadero punto fuerte de la defensa, que limitó a sus rivales a algo más de 12 puntos por juego.
CUANDO LOS BUCCANEERS TIENEN EL BALÓN
El ataque de Tampa Bay siempre queda en segundo plano frente a su portentosa defensa. A pesar de la contratación del técnico Jon Gruden, genio del ataque, quedaron en el puesto 24 entre 32 equipos en cuanto a producción ofensiva.
Pero saben fabricar puntos cuando más se necesitan, particularmente cuando el quarterback Brad Johnson (14) está en plenitud física. Es un pasador efectivo y cuenta con varios receptores altos, como Keyshawn Johnson (19), Keenan McCardell (87) y Joe Jurevicius (83). Los tight ends Ken Dilger (85) y Rickey Dudley (85) constituyen otros blancos a tomar en cuenta, pero ninguno de los receptores es capaz de escaparse al atrapar el balón.
El juego por tierra engaña. Michael Pittman (32) produjo 718 yardas pero Mike Alstott (40) es el hombre al que se le entrega el balón en los momentos cruciales. Ante los Eagles, la semana pasada, los Bucs sumaron apenas 49 yardas, pero Alstott cumplió con varios acarreos cortos que resultaron muy valiosos.
La línea ofensiva generó problemas al comenzar la campaña, pero ha mejorado notablemente en los últimos juegos, especialmente el tackle izquierdo Roman Oben (72). Es una buena formación que sabe proteger a su quarterback, pero no es la mejor a la hora de bloquear.
ENTRENADORES
Jon Gruden, entrenador de Tampa, fue el técnico de Oakland la temporada pasada, con Bill Callahan como coordinador ofensivo. Casi todo el cuerpo técnico de Gruden sigue en Oakland, teniendo a Callahan ahora como el jefe.
Gruden es considerado uno de los más brillantes estrategas ofensivos de la liga, pero le ha costado amoldar a Tampa a su filosofía de atacar sin descanso. Callahan le hizo unos cuantos retoques al esquema que Gruden puso en práctica en Oakland, dándole más importancia a los pases cortos. |