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Barú tierra de promisión y esperanza
Aida de Araúz
Crítica en Línea
Hemos observado varios reportajes en algunos periódicos nacionales en los que se presenta el panorama desolador de un pueblo sin esperanzas, sumido en la frustración e incapaz de superarlas secuelas ocasionadas por los distintos enfrentamientos entre el capital y el trabajo. Por supuesto que para los porteños es agradable figurar en las noticias; pero estas deben ser estimuladas y constructivas, puesto que los elementos que hicieron de Puerto Armuelles una región pujante y próspera no han desaparecido; nos referimos al espacio geográfico, a los hombre y mujeres que le inyectaron esa grandeza en su momento. Desde 1927, cuando la compañía bananera se instaló en estas tierras, los porteños sin distingo de nacionalidad, conformaron una comunidad floreciente y la desarrollaron en turno a la CLC que era su columna vertebral. A ellos, a estos hombres luchadores de ayer les debemos no sólo el homenaje de conservarla, sino de hacerla crecer en todos los aspectos. Por tanto no podemos continuar recordando las prosperidad del pasado; olvidando que las nuevas generaciones, sin dudas, esperan ejemplos de creatividad e iniciativa y sobre todo, de coraje para modificar las estructuras metales arcaicas que obstaculizan el desarrollo integral de Barú. Estos razonamientos, tal como nos llevan a reflexionar y a preguntarnos: ¡Somos un pueblo en decadencia, tal como nos perciben los periodistas foráneos? ¿Continuaremos siendo motivo de consideración en el ámbito nacional? ¿Tendremos el valor y la honestidad para superar las vallas reales o imaginarias que se oponen al logro de la unidad porteña? Es evidente que la falta de fe en nosotros mismos y en nuestras capacidades, obstaculizan la unión de fuerza para identificar líderes, dispuestos a trabajar en beneficio de todos y no de intereses particulares. Para corregir estos equívocos es imprescindible presentar otra cara de Puerto Armuelles, conocer más de este pueblo, valorar lo que somos y lo que poseemos: los recursos naturales; hombres y, mujeres comprometidos con el desarrollo baruense. Sólo así nos convenceremos de que las soluciones están en nosotros, los baruenses, dispuestos a lograr un consenso entre los agentes productivos, los obreros y el sector gubernamental. Ojalá que los próxim0os reportajes que leamos acerca de Puerto Armuelles, conlleven un mensaje de estímulo a los habitantes de esta tierra de brisas marina y calidez humana.
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