Aquello era un idea fantástica, no cabe duda. La construcción del nuevo estadio de béisbol en la ciudad capital con todas las facilidades del mundo moderno se transformó rápidamente en un sueño que poco a poco se hizo realidad. Construido sobre una zona de bosque frondoso rodeado por algunas montañas de roca Viva, Crítica en Línea, el Estadio Nacional, bautizado posteriormente como Rod Carew llegó para saciar la falta de un coliseo moderno.
Sin embargo, algunos factores que afectaron su funcionamiento e infraestructura impidieron con el pasar de los años su consagración como la gran plaza multifacética para la que fue creada.
Hoy, el Estadio Nacional sigue siendo el mismo, pero ahora se ve mejor. La nueva junta directiva del patronato que lo maneja, encabezado por Guy Naquio y la nueva administración que dirige el Ing. Gil Fábrega están haciendo los esfuerzos para que la obra retome el valor que se merece.
"La idea es que el estadio vuelva a ser considerado para albergar otras actividades.. que los promotores vuelvan a creer en sus estructuras", dijo Fábrega.