El presidente de Bolivia, Evo Morales, propuso una segunda independencia para su país que termine con la exclusión de la población india mayoritaria y ponga fin al modelo neoliberal, en su discurso de asunción de mando.
Luciendo ya la medalla y la banda presidenciales, Morales se dirigió con firmeza al Congreso Nacional de La Paz, que instantes antes lo había investido gobernante.
Comenzó su discurso con el recuerdo de que el 62% de los bolivianos son indios y, sin embargo, históricamente "han sido "marginados, humillados, despreciados, condenados a la exclusión".
"Jamás nos reconocieron como seres humanos siendo dueños absolutos de esta noble tierra", denunció.
Tras mostrarse deseoso de vivir en igualdad con los que han llevado a cabo las políticas discriminatorias, se comprometió a resolver ese problema histórico, "no con venganzas", porque "el movimiento indígena originario no es excluyente, es incluyente".
También anunció que la Asamblea Constituyente del próximo agosto debe servir para refundar la nación y consideró que en este contexto se podrá conseguir "una segunda independencia" en Bolivia.
VESTIMENTA
Cuando todo el mundo tenía la expectativa de ver a un presidente indígena asumir el poder vestido con atuendos ancestrales, Evo Morales sorprendió al acudir a su investidura vistiendo una prenda fusionando dos mundos. Vistió un saco formal negro, diseñado con tres franjas de bordado andino hacia el frente, de color marrón y beige, pantalones negros, camisa celeste, sin corbata, y zapatos oscuros.