Heriberto González, de 35 años, tomaba tragos de clorox con agua como si fuera seco con leche, cuando se le fue la mano y sólo tomó el veneno.
El sujeto estaba feliz bebiendo, y olvidó mezclar el clorox con su mezclador. González no soportó el dolor en el estómago y se empezó a retorcer en el piso.
La patrulla 8044 observó al sujeto y se dispuso a brindarle los primeros auxilios, para luego trasladarlo a la Sala de Urgencia del Santo Tomás.
Este hecho se registró en horas de la mañana de ayer, jueves, en el Barrio Chino, en San Felipe. El señor gritaba: "me quemo".