El presidente de Bolivia cedió a la creciente presión social y dispuso en 13% del precio del diesel (gasoil), el carburante más empleado por la agroindustria en la ciudad de Santa Cruz (este) alzada contra el gobernante.
La medida fue decretada tres semanas después de elevar en 23% el valor del diesel y en 10% el de la gasolina y anunciada en un mensaje televisado a la nación.
Mesa trata de apaciguar así las protestas principalmente en Santa Cruz (900 km al este de La Paz).
Es una "decisión terriblemente difícil" -dijo-, que reducirá 220 millones de bolivianos (menos de 30 millones de dólares) los ingresos previstos del tesoro público, el litro de diesel costará 3,74 bolivianos (menos de medio dólar), lo mismo que la gasolina que no sufrió modificación, anunció el mandatario sudamericano.
El acosado gobernante pidió a sus opositores responder "con la misma moneda, la moneda de la tolerancia, de la flexbilidad, de la cesión".