El presidente Alejandro Toledo exhortó al país a abandonar los ataques políticos y dejar "de matarnos entre los peruanos", después de que su vicepresidente sufrió un desmayo defendiéndose de críticas.
Visiblemente molesto, Toledo, acosado por el escándalo de una presunta falsificación de firmas que le permitió postularse para las elecciones del 2000, acusó a la oposición de querer destruirla democracia con sus demandas para que renuncie el mandatario.
"Basta ya de matarnos entre los peruanos, !párenlo!", dijo Toledo a periodistas tras visitar a su vicepresidente, David Waisman, quien fue internado de urgencia.
Margarita Toledo, hermana mayor del presidente, negó ante una comisión del Congreso ser responsable de la falsificación de firmas para formar el partido "Perú Posible".