Hoy arranca una nueva etapa del torneo nacional de béisbol juvenil, copa Erasmo Williams. Se quedó atrás la fase regular donde hubo de todo... como en la "viña del Señor". Vamos a un pasaje de cositas que fueron buenas, bonitas y baratas...
IMPARABLES ATRACTIVOS...
Los estadios en el interior estaban más lindos que nunca. El Olmedo Solé exhibió su mejor cara, lo mismo el Remón Cantera y el Omar Torrijos. Buena faena del Instituto Nacional de Deportes.
Veraguas mostró sus colmillos y promete ser un equipo de pelea para el 2006. Lo del 2005 fue una muestra de lo que están dispuestos a hacer en la próxima campaña. ¡Ojo al Indio que es de Plata!
El árbitraje ha sido bueno, no hay críticas serias sobre el trabajo de los colegiados y hasta hoy día y tocando madera se puede decir que estamos progresando en este apartado.
Más de 60 peloteros que juegan en el juvenil pueden descender a la categoría intermedia, por lo que el torneo del 2006 promete ser de los mejores en muchos años.
Se nombró un Tribunal de Honor y Disciplina, muy buena actitud... pero aún se desconoce el futuro de la Comisión Técnica. Una de cal y una de arena.
LOS "FOUL TIPS"... COSITAS MALAS
Muchos errrores. Los equipos no tienen excusas... los terrenos son los mejores en muchos años y los errores son parte del juego, pero este año a esta etapa ya tenemos más errores que en el 2004.
Peloteros irritables, con cualquier cosita salen al terreno con bates en la mano, no sé a intimidar a quién. Con un golpecito, se quieren formar broncas de donde no hay. Los técnicos y los federados deben tomar cartas en el asunto. ¡Vivos!
Coclé eliminado... todo un contendor y éste año con el "Duque" Luis Muñoz... eso si fue malo señores. ¡Boooooo!
¡LOS LANZAMIENTOS FEOS... O LOCOS!
La decisión de la pérdida del juego en el caso de Veraguas. Para muchos no hubo pecados y para otros sí. Yo me hubiese curado en salud y lo sacó una vez terminó de lanzar. Pero la regla es muy amplia y Veraguas tuvo que pagar los platos rotos.
La bulla que hay en La Chorrera. El estadio parece una discoteca ambulante y no un parque de pelota. Eso irrita a cualquiera y no deja apreciar el juego. ¡Pobres peloteros!
Peloteros de Bocas, jugaron mientras sus casas estaban inundadas. ¡Lastima!