CINE Y TV Letras Prohibidas

Aet Elisa Tejera C.
Crítica en Línea
Esta película trata de la historia del Marqués de Sade un hombre que pareciese que su palabra preferida es el "sadismo", cuestiona todas las hipótesis de la sociedad. Sade puede sacar a relucir la hipocresía en aquellos que afirman ser moralistas; es una historia que narra la malicia, el erotismo; la vida de un escritor sexy, siniestro y al mismo tiempo conmovedor. "Letras Prohibidas" es protagonizada por Geoffrey Rush nominado a mejor actor, Kate Winslet, la prometedora estrella Joaquin Phoenix y el ganador del Premio de la Academia Michael Caine. La historia de esta película se remonta a la vida de Marqués de Sade, quien murió en 1814 e hizo una sorprendente última petición para un hombre tan completamente devoto al escándalo y al sensacionalismo: "ser enterrado anónimamente en el bosque para que "todos los vestigios de mi tumba desaparecieran de la faz de la tierra, así como también espero que todo vestigio de mi memoria sea borrado de la memoria del hombre." Sade fue encerrado en la Cárcel Picpus durante los últimos días de la Revolución Francesa (junto a compañeros tales como Choderlos de Laclos, autor de Les Liaisons Dangereuses), donde presenció miles de muertes en la guillotina desde la ventana de su celda, incluyendo la decapitación de María Antonieta. Le escribió a un amigo: "Mi arresto ciudadano y la guillotina bajo mis ojos me hizo mil veces más daño que todo lo que la Bastilla imaginable pudo hacer." Su esposa era Renee Pelagie o la Marquesa de Sade, una adinerada mujer de sociedad y persona devotamente religiosa que, sin embargo, alentó los talentos literarios de su esposo y luchó la mayor parte de su vida por su libertad. En alguna ocasión le escribió a Sade, cuando éste se encontraba recluido: "Entre más te amo, todo se torna más difícil". Lo apoyó mientras se encontraba en Charenton, muriendo en 1810, cuatro años antes que él. A la edad de 61 años, después de un breve periodo de libertad, el Marqués de Sade fue arrestado por la infame fuerza policíaca de Napoleón Bonaparte a fin de prevenir que publicase su próxima novela, Juliette. Nunca fue juzgado: a cambio, para prevenir un escándalo público, fue encerrado en asilos hasta su muerte. En la película el Marqués de Sade se encontraba internado en el manicomio de Charenton, entre cuatro paredes, en donde hizo lo imposible por plasmar en la pluma sus pensamientos sádicos, su lujuria llegando a los extremos de la pornografía, los cuales se los trasmitía a la virginal Madeleine. Según el director Kaufman Philip encontró en Letras Prohibidas" la oportunidad para explorar ambos lados del debate por la censura-y la delicada interacción semiótica entre el mal y la inocencia, el extremismo y la libertad. "Es un filme provocativo", admite, "pero en el caso del Marqués no podría ser de otra manera". A pesar de la intensidad de la historia, Kaufman decidió desde el principio darle énfasis a un entretenimiento divertido, visceral, tipo gótico, al sacar a relucir la comedia y el suspenso de la historia, y permitir que las ideas se generaran gradualmente hasta quedar completamente definidas El productor Peter Kaufman añade "recuerdo a Michael Caine diciendo que la característica más grandiosa de la historia es la manera en como te desequilibra. Piensas que vas a ir a ver una película acerca del malvado Marqués de Sade y resulta ser sorprendentemente divertida. Desde luego que la historia cuenta con su lado sombrío, pero el filme nunca pierde lo divertido o su sentido del humor perverso". Para interpretar a un personaje tan singular, Philip Kaufman quería a un actor que pudiera asustar, impactar y conmover a la audiencia, todo ello al mismo tiempo. Encontró a su Sade en Geoffrey Rush, quien recibió elogios internacionales y un Premio de la Academia por su papel, casi opuesto, del pianista atormentado David Helfgott en "Shine" (Claroscuro). Doug Wright señala: "Creó que Geoffrey Rush fue una decisión increíblemente estimulante, porque el Marqués fue un personaje tan teatral y Geoffrey es un hombre de teatro. Más que nada nos da la oportunidad de verlo en todos los extremos, desde el mordazmente divertido al profundamente conmovedor, al verdaderamente diabólico". Para Philip Kaufman, fue la naturalidad con la que Rush se introdujo en el provocativo personaje del Marqués de Sade que confirmó su absoluta fe en la actuación. "Fue capaz de literalmente desnudar al personaje y permanecer completamente natural y sereno. Hace que el personaje siempre te cautive", señala Kaufman.
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Para Philip Kaufman, fue la naturalidad con la que Rush se introdujo en el provocativo personaje del Marqués de Sade que confirmó su absoluta fe en la actuación. "Fue capaz de literalmente desnudar al personaje y permanecer completamente natural y sereno. Hace que el personaje siempre te cautive", señala Kaufman.
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