La deshidratación y la falta de cuidados producen en nuestros labios una molesta resequedad, misma que provoca desagrado personal.
Pero ¿cómo podemos mantener unos labios perfectos y sanos? Obviamente, lo primero que se debe hacer es cambiar los hábitos que llevan a nuestros labios a agrietarse, como por ejemplo mordérselos, lamerlos con la lengua continuamente o respirar por la boca.
Los labios también se agrietan por el frío, el viento, una exposición prolongada al sol sin protector, beber poca agua o por falta de vitamina A, entre otras causas.
Sin embargo, hay varias maneras de cuidarlos:
- Pinta los labios con frecuencia. La mayoría de los labiales actuales contienen fórmulas que evitan que se agrieten, y poseen vitaminas y ácidos grasos.
- Evita el uso de los lápices indelebles porque tienden a resecar más la piel.
- Usa humectantes que tengan protector solar.
- Usa protector labial y renuévalo cada tanto, por ejemplo, luego de beber.
- Por la noche, puedes usar cremas para el contorno de los labios o manteca de cacao, con esta costumbre tus labios amanecerán hidratados.
Ahora, si ya los tienes agrietados, puedes curarlos extendiendo sobre ellos una fina capa de miel varias veces al día.
Prueba cuál es el mejor remedio para tu caso, pero si la situación persiste por un tiempo prolongado, no dudes en consultar a un médico.