MENSAJE
La depresión:
causante de los grandes estragos del Siglo XX
Mons. Rómulo Emiliani
La depresión
es uno de los problemas más grandes que nos encontramos,
una de las enfermedades psicológicas más comunes
y que más estragos está haciendo en el siglo XX.
El vacío del hombre, el no encontrarle sentido a las cosas,
a la vida, a lo que hace, unido a las prisas, a los nervios,
al luchar denonadadamente por surgir, por tener una economía
segura y a esas excesivas preocupaciones que vienen y nos azotan
en esta vida moderna, está llevando a los seres humanos
al borde del colapso nervioso, a la ruina de la depresión.
La depresión puede ser el signo, el timbre de alarma
de un vacío existencial en el hombre moderno.
La señal de que algo grave está pasando en el
yo interior. Paradójicamente lo triste de esta enfermedad
es que parece un refugio seguro contra lo anterior, un ámbito
interior en que desea situarse para buscar amparo ante toda esta
problemática moderna.
Uno puede acostumbrarse a buscar ese refugio como si fuera
una droga y meterse allí cada vez que vengan los problemas
fuertes. Lo cierto es que es fácil encontrarse con deprimidos
en cualquier parte y lugar. Su rostro inexpresivo o triste, su
aspecto exterior descuidado, su inactividad, su indiferencia
por todo, su hundimiento psíquico, su estado de inercia,
nos muestra a un ser humano derrotado, presa fácil de
las drogas, sean lícitas o ilícitas, de los medios
de diversión. Sin entusiasmo por la vida, son personas
que encuentran mil argumentos para estar como están, ven
el lado negro de la vida con mucha facilidad y sobre eso montan
justificaciones para permanecer como están.
El deprimido causa en su ambiente problemas, ya que sus relaciones
interpersonales son muy débiles, muy pobres. Causan problemas
porque angustian a sus seres queridos.
Preocupan a todo el mundo y causan lástima o ira. Y
así acentúan su estado.
Algunos de los síntomas que pueden presentarse en las
personas deprimidas son los siguientes:
- Se convierte en un autónoma en su trabajo, hace las
cosas por hacerlas, sin vida, si entusiasmo, de manera mecánica.
- Se contenta con hacer lo mínimo.
- Se vuelve irrascible como protesta a su situación.
- Puede caer en un llorar continuamente, sintiéndose
alternativamente mejor o peor. Puede pasar larga horas durmiendo
o quedarse en la cama o en una silla horas de horas.
- Se autodesprecia satisfaciéndose al contemplar su
propia rutina.
- Se vuelve triste. Nada le da alegría.
- Se siente sin vigor, ni energía.
- Están estancados en un presente sin realización
por lo cual pierde sus ideales.
El que padece de depresión siente en el fondo, un deseo
de destruirse, de acabarse, ya no quiere luchar pues se declaró
a sí mismo derrotado, ya se declaró haber perdido
la batalla por la vida. Todo lo ve gris, negativo, sin solución.
Las causas de la depresión pueden ser de diferente
naturaleza; algunas bastantes pasajeras, otras de un carácter
más permanente.
- La depresión puede ser causada por algún golpe
fuerte en la vida, una pérdida irreparable; por ejemplo,
un ser querido, un negocio que salió mal, un fracaso muy
grande, una desilusión muy fuerte o algún hecho
del pasado no solucionado emocionalmente, que resurge y provoca
complejo de culpa, rechazo a uno mismo complejo de inferioridad.
- Puede ser producida por hechos negativos que se acumulan
sin que les dé soluciones.
- Un cambio de edad, el llegar sin preparación a una
edad avanzada, el sentirse inútil, inservible.
- Agotamiento nervioso y mental.
- Hipersensibilidad, autocompasión, egoísmo
- Una enfermedad física.
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