CONSULTORIO MEDICO
Método
anticonceptivo de emergencia
H:R. Hiller
Estimado
Dr. Hiller: Mi marido y yo no queremos tener más niños
pero no estamos preparados para esterilizarnos quirúrgicamente.
Usamos preservativos como método anticonceptivo, pero
hace poco un condón resbaló y se soltó durante
el acto sexual. Afortunadamente, no me quedé embarazada,
pero durante algunas semanas estuve preocupada. Si esto vuelve
a ocurrir otra vez, ¿hay algo que pueda hacer para no
quedarme embarazada?
Estimado lector: Aun en el caso de practicar el sexo sin precaución
alguna, no es demasiado tarde para tomar algunas medidas encaminadas
a no quedarse embarazada. Las estadounidenses suelen elegir entre
dos opciones -las píldoras y el dispositivo intrauterino
(DIU). Si se toman dentro de las 72 horas siguientes al acto,
las píldoras pueden reducir las probabilidades de embarazo
en cerca de un 75%. La colocación de un DIU dentro de
un período de cinco días siguientes al acto reduce
el riesgo de embarazo en un 99%.
Las técnicas anticonceptivas de emergencia es un término
utilizado para describir los métodos de prevención
del embarazo después de, más que antes de, haber
mantenido relaciones sexuales. Hay referencias a tales prácticas,
también llamadas postcoitales o contracepción del
día después, en fechas tan lejanas como el año
1,500 AC.
El embarazo comienza cuando un óvulo fertilizado se
implanta en el interior del útero -un hecho que ocurre
de cinco a siete días después de que el esperma
fertilizara el óvulo. La anticoncepción de emergencia
tiene como objetivo prevenir que el óvulo fertilizado
llegue a implantarse o impedir que dicha fertilización
del óvulo llegue a producirse. La anticoncepción
de emergencia evita, más que interrumpe, el embarazo y
por consiguiente no se trata de un aborto.
En los Estados Unidos, la píldora es el principal método
anticonceptivo de urgencia. Las píldoras se utilizan de
esta manera, en ocasiones se las conoce con el nombre de píldoras
del día siguiente, su composición puede ser
una combinación de estrógeno-progestina o sólo
progrestina.
La contracepción de emergencia basada en el estrógeno-progestina,
también conocida en ocasiones como método Yuzpe,
(en honor del médico que la diseñó) elimina
el riesgo de embarazo tras una relación sexual sin protección
en casi un 75% de los casos. Casi la mitad de las mujeres que
siguen este método suelen tener náuseas y un 20%
vomitan. Si los vómitos suceden a las dos horas de haber
tomado la píldora, consulte con su médico para
determinar cuál es la dosis necesaria o si es conveniente
seguir con ellas. Estos efectos secundarios pueden disminuir
tomando fármacos contra las náuseas, tales como
la meclizina que no necesita receta (Dramamina II, por ejemplo),
media hora o una hora antes de tomar las píldoras anticonceptivas
de emergencia.
Las píldoras sólo de progestina parece que son
más efectivas que las píldoras combinadas, y el
riesgo de embarazo es aún menor con ellas y está
en torno a un 90%, y la incidencia de náuseas relacionadas
o vómitos es menos de la mitad que las que tienen lugar
tomando píldoras de estrógeno y progestina combinados.
Marcas de anticonceptivos como el Ovarl, Alexxe, Lelite, Nordette,
Levlen, Levora, LoOvarl, Triphasil,Trilelvien, Trivora y Ovrette
pueden utilizarse para su uso como anticonceptivos de emergencia.
Incluso en mujeres que no toman la pastilla a diario pueden tomarla
con fines anticonceptivos de emergencia. En los Estados Unidos
empiezan a estar disponibles en el mercado pues sólo muy
recientemente las píldoras anticonceptivas de emergencia
han sido empaquetadas y etiquetadas con ese fin. Dos de estos
productos están actualmente en el mercado, Prevan y Plan
B. El Prevan, píldoras de estrógeno-progestina,
fue autorizado por la Administración de Alimentos y Fármacos
de los Estados Unidos (FDA) en septiembre de 1998. Inclusive
los elementos necesarios para realizar una prueba de embarazo
para determinar si existe tal embarazo -no afecta ni daña
al feto, simplemente se incluye porque la píldora no surte
efecto si la mujer está embarazada. El Plan B, un anticonceptivo
de emergencia compuesto exclusivamente de progestina, fue autorizado
por la FDA y lanzado al mercado de los Estados Unidos en julio
de 1999.
La segunda opción en cuanto a los anticonceptivos de
emergencia es el DIU. Si se coloca antes de que el óvulo
fertilizado se implante dentro del útero, el DIU es eficaz
al 100% en prevenir el embarazo. Aun cuando el DIU sea eficaz
dentro de un plazo de cinco a siete días tras haber realizado
el acto sin protección, las mujeres que quieran utilizarlo
deben consultar al médico antes de 72 horas por si deben
tomar la píldora debido a la posibilidad de que el DIU
no les pueda ser colocado por algún problema.
En los Estados Unidos hay dos tipos de DIU disponibles: el
llamado DIU de T de cobre, el cual proporciona protección
continuada durante 10 años, y el DIU que segrega progesterona
y que debe ser sustituido anualmente. Si no es necesaria o no
se desea la planificación familiar el DIU debe ser extraído.
El DIU utilizado como anticonceptivo de emergencia es el tipo
T de cobre, un pequeño dispositivo que, como su propio
nombre lo indica, tiene forma de T y está revestido de
cobre. El DIU se coloca a través de la vagina dentro del
útero, donde permanecerá hasta que sea extraído
por un médico. Después del siguiente ciclo menstrual,
la mujer debe decidir si se lo quita o si le gustaría
seguir con él como método anticonceptivo. A corto
plazo sale más caro que la píldora, el DIU no es
sólo uno de los métodos anticonceptivos más
eficaces a largo plazo (equiparable a la esterilización
quirúrgica), sino que también es probablemente
la forma más económica de un control de la natalidad
seguro y fiable.
Aunque su uso está muy extendido en todo el mundo,
no es un método muy popular en los Estados Unidos. Menos
del 1% de las estadounidenses utilizan como método anticonceptivo
el dispositivo intrauterino. Esta desconfianza hacia el DIU se
debe en su mayor parte al temor generado por la gran tasa de
complicaciones relacionadas con el que se produjeron en la década
de los 70. Esos altos índices de complicaciones fueron
relacionados por las investigaciones realizadas con los fallos
que presentaba una marca en especial de DIU que hasta hace poco
estuvo en el mercado.
Actualmente el DIU es un método totalmente seguro y
de confianza para las mujeres que hayan sido correctamente aconsejadas
por el médico. El mayor problema que presenta son las
infecciones que, si se dejan sin tratar, pueden llevar a la infertilidad.
El riesgo de contraer infecciones es extremadamente pequeño
en mujeres que no tengan, o que no estén comprendidas
en un grupo de riesgo de padecerlas, enfermedades de transmisión
sexual. Algunas mujeres puede que experimenten un incremento
del flujo menstrual o dolor en la contracción muscular
de la zona al utilizar el DIU en forma de T, y quizá pueden
aparecer hemorragias y dolores entre períodos menstruales
durante los primeros meses posteriores a la colocación
del DIU. Aunque en ocasiones ha sido aconsejado sólo para
las mujeres que ya hayan tenido hijos, el DIU puede ser utilizado
también sin ningún tipo de problemas por mujeres
sin hijos.
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En los Estados
Unidos hay dos tipos de DIU disponibles: el llamado DIU de T
de cobre, el cual proporciona protección continuada durante
10 años, y el DIU que segrega progesterona y que debe
ser sustituido anualmente. Si no es necesaria o no se desea la
planificación familiar el DIU debe ser extraído.
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