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PANAMA OESTE: PERO CON UN ESPIRITU NAVIDEÑO
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Yodalis Bethancourt | La Voz del Interior

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La señora Beny y sus dos hijos, José y Jorge, afirman que llevan una vida normal. (Foto: Yodalis Bethancourt / EPASA)

Había visto usted un arbolito de Navidad y un Nacimiento dentro de una Funeraria? Y quien dijo que no se puede. La Voz del Interior pudo dar fe de ello en las pasadas fiestas de fin de año.

Bueno, es que en el caso de la Funeraria Leblanc ubicada en la avenida central de La Chorrera, ésta ha sido también el hogar por 34 años de la señora Benigna López, oriunda de Las Tablas.

Allí se casó y dio a luz a sus dos hijos: José Miguel y Jorge Joel Amarín de 21 y 18 años, respectivamente, los cuales crió junto a su finado esposo.

Orgullosa, Beny comenta que el más grande ya trabaja y estudia Mercadeo y Publicidad y el más pequeño, este año recibió su diploma de bachiller.

La señora Beny recuerda que sus hijos cuando estaban pequeños jugaban dentro de los cajones (ataúdes) inocentemente, "ellos jugaban dentro de los cajones y la gente pasaba y se alarmaba".

Dice que en el caso de sus hijos, hay algunos amigos que sí entran, pero otros no. Aunque recalca que jamás en la vida, ella ha observado nada fuera de lo normal, "eso es sagrado y no tiene nada, es igual que ir a un almacén y escoger una tela", sostuvo la señora.

"Hemos pasado toda una vida aquí adentro y nunca hemos visto nada del otro mundo", agregó uno de los hijos de la señora, quien además comentó que algunos amigos cuando era la época del Hallowen, le preguntaban que si no sentían algo raro en la casa".

Jorge, quien todos los años arregla el arbolito de Navidad, dice que este año se decidió a sacarlo al área de la sala donde se exhiben los ataudes, porque quería complacer a su mamá, ya que estaba adornado con lazos rosados, como a ella le gusta.

Sin proponérselo, esta curiosa idea de colocar el arbolito de Navidad y el Nacimiento en medio de los ataúdes, llamó la atención de la gente que pasa por la funeraria, que al ver hacia adentro, "quedaban pegados de la vidriera", por no ser algo común.

En un ambiente tranquilo y lúgubre, transcurren los días de la señora Beny, desempeñándose en sus diversas tareas que van desde administradora, secretaria, vendedora y ama de casa, dando ejemplo de una madre amorosa y muy luchadora.



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