Los recuerdos no se han borrado. Carlos Tejoeiro vuelve atrás la mirada y la ubica en 1964, el trágico día que marcó la vida de muchos panameños.
Cuando sucedieron los acontecimientos en el High School, el señor Tojeiro estuvo presente. Vio cómo los estadounidenses rompieron la bandera panameña y también acompañó a un grupo de jóvenes hacia la Presidencia, para que el mandatario Rodolfo Chiari observara los restos del símbolo patrio. Todo ocurrió a eso del mediodía, recuerda.
Tojeiro detalla que como a los dos de la tarde logró infiltrarse nuevamente a la Zona del Canal, subiendo el asta e izando la bandera nacional.
Los policías estadounidenses que impedían la salida de la universidad de los zoneítas, lo arrestaron y lo entregaron posteriormente al Mayor Rafael Mata ya en el límite con Panamá.
Tojeiro comenta que al llegar a suelo panameño sus compañeros lo levantaron en el aire y le preguntaron qué había pasado.
Recuerda que los que vivían en Casa Miller y los que estaban en la Pepsi Cola corrieron a defender la patria.
Mientras Ascanio Arosemena izaba la bandera en el límite de Panamá con la Zona, Tojeiro estaba en otro punto estratégico frente al actual edificio de la Asamblea de Diputados tirando piedras contra los estadounidenses quienes disparaban gases lacrimógenos y balas 30x30 y no de pato como decían.
Según narra Tojeiro, algunos panameños tiraban balas a los estadounidenses y ellos les respondían. La policía no intervino, sólo se dedicó a trasladar a heridos al hospital.
Mientras se iba corriendo la noticia de lo que estaba sucediendo fueron llegando personas humildes de El Chorrillo, Marañón, Calidonia, y del Instituto Nacional y el Artes y Oficios.
Las mujeres luchaban igual que los hombres por la causa. En ese tiempo, Tojeiro estudiaba el primer año en la Nocturna Moderna que estaba en el Instituto Nacional.
DESACUERDO
Uno de los testigos de los hechos del 9 de enero no pudo estar presente en la ceremonia de traspaso del Canal de Panamá. Sin embargo, asegura que estaba muy orgulloso ya que fue uno de los que peleó por él. Carlos Tojeiro, 44 años después, ve con tristeza cómo han aprobado un día puente del 9 de enero.