La muerte extraña de una perrita llamada "Pulga" mantiene atemorizados a los residentes de la barriada 12 de Enero, en los alrededores de la fábrica de cajas, donde antes estaban los rieles del ferrocarril en Puerto Armuelles.
María Gallardo, dueña de "Pulga", indicó que solo pudo observar a través de una rendija de su casa de madera cómo el animal doméstico fue atacado por algo desconocido e invisible.
Al final del acontecimiento, la pequeña perra de color negro murió incrustada en un alambre de hierro detrás del servicio de la casa, con las patas cruzadas y los ojos abiertos.